sábado, 19 de noviembre de 2011

Just to see what if... (from Radiohead)

No sabría decir con exactitud cuántos años pasaron antes de que sucediera lo que sucedió la madrugada de hoy. Es increíble además las maneras en que la vida resume años de deseos en cuatro horas de intimidad. Las pláticas de cama, esas que suceden mientras esperas, llenas de música, risa, historias, confesiones, y toda la sinceridad que solo la desnudez te confiere. Esa noche, ese momento, ese intenso momento en que son solo dos entre esas cuatro paredes, en todo el mundo. Ese momento en que quiere estar contigo y te quiere para sí. Sonidos y sensaciones de una persona que no verás en otro momento, sin importar el tiempo, la amistad, las charlas, la tristeza o la felicidad. Va más allá de la sensualidad y de la lujuria. Son solo hechos. Y luego una y otra vez descubrirse bajo el halo de la más primitiva experiencia humana, con todos sus colores, sabores y sensaciones. Complejos y tan sencillos a la vez, difusos y callados.
Luego fue de día y dormimos.

1 comentario:

  1. Muchas veces, entre cuatro paredes, el tiempo corre de manera diferente y se vuelve un universo infinito. Buenísimo lo que escribes. Un saludo!

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